lunes, 19 de agosto de 2019

Hospital de la Copera

Retablo de San Nicolás (Fuente: Junta de Castilla y León, portal de comunicación)

Según consta en los grafitis escritos a mano en el testero, en la zona que ocupa la hornacina central, el retablo de San Nicolás fue trasladado a la iglesia de Santa María, y colocado en la capilla actual, el 15 de marzo de 1953, aunque otras noticias dicen que el traslado se produjo en 1961, al desaparecer el edificio del hospital.
Las tablas han de haber pertenecido a algún retablo anterior, bien procedente de la capilla del mismo hospital o, quizá, del cercano convento de Jerónimos de La Mejorada, cuyos priores eran patronos del hospital desde 1485.
El retablo de San Nicolás está tallado en madera de conífera, dorada al agua con oro fino sobre embolado rojo y decoraciones marmóreas en colores azul y rojo con técnica mixta. Con unas dimensiones de 4,50 por 6,30 metros y 100 centímetros de altura de la bancada, consta de cuatro cuerpos que se distribuyen horizontalmente en banco, dos pisos y ático. Verticalmente, se divide en tres calles formadas por columnas estípetes rematadas en el segundo cuerpo por entablamento, en cuyos lados se localizan dos ángeles de cuerpo entero y bulto redondo.
El ático se forma como prolongación de la calle central con dos estípites, todo ello rematado por entablamento curvo, y coronado con un medallón de rocalla con una cabeza de ángel en el centro.
En cuanto a su iconografía, las pinturas representan distintos episodios de la vida de la Virgen –Calvario y Visitación- y varios santos –Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís y San Jerónimo, presidiendo el retablo la escultura de San Nicolás.
En cuanto a su autoría, en la actualidad no se tiene noticia alguna de documentación que permita acreditar la autoría del retablo. Respecto a la de las pinturas, se viene atribuyendo a algún seguidor de Juan de Borgoña, pintor renacentista vinculado a la introducción de las formas renacentistas en Castilla en los años de transición del siglo XV al XVI, aunque otras opiniones aluden a influencias de Maestro de Portillo. No obstante, se hace la observación de que, por su calidad, las tablas merecerían un estudio más detenido, dado que ciertos rasgos estilístico permiten establecer su relación con obras de maestros que hoy son mejor conocidos.

El retablo de San Nicolás, que constituye uno de los bienes de los que es titular la Fundación, es una obra barroca, de estilo rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, que contiene siete tablas pintadas del siglo XVI y una imagen de San Nicolás del siglo XVIII. Instalado actualmente en la iglesia de Santa María, procede de la capilla del antiguo hospital de San Nicolás de Bari, de Olmedo, llamado también de La Copera y, popularmente, el ‘hospitalillo’, que ocupaba el espacio donde actualmente se encuentra el edificio de Correos.

La ‘Fundación Agregación de Fundaciones Benéfico Particulares de la Provincia de Valladolid’ se encuentra en estos momentos en proceso de extinción por su nula actividad desde hace décadas, en aplicación del acuerdo del Consejo de Política Fiscal y Financiera, de 17 de enero de 2012, en materia de reordenación y racionalización del sector público instrumental autonómico y de control, eficiencia y reducción del gasto público gestionado por el mismo. La Fundación fue constituida en 1965 por el entonces Ministerio de Gobernación, tras un proceso de refundición que afectó a 64 fundaciones preexistentes, y en 1997 se confió el ejercicio del Patronato de la misma a la Delegación Territorial de la Junta en Valladolid.


InventarioCE0698
Clasificación GenéricaCarpintería de armar
Objeto/DocumentoArtesonado
Autor/aAnónimo
Materia/SoporteMadera de pino
TécnicaTallado
Policromado
DimensionesAnchura = 605 cm; Profundidad = 547 cm
DescripciónArtesonado o armadura de tres paños de planta rectangular ochavada, resuelta con limas mohamares, sobre pechinas planas con casetones triangulares y romboidales; los faldones se decoran con calles de cintas con menados de estrellas de ocho puntas mientras que los papos de los pares presentan un sencillo festón tallado entre líneas agramiladas. El almizate está apeinazado con ruedas de lazo de 8, con dos sencillos pinjantes en sus centros. En el arrocabe se disponen tres frisos, tallados el superior con cuentas ensartadas y el inferior con festones, mientras que el central es liso. La policromía se limita a los saetinos de almizate y casetones de las pechinas, con triángulos dentados en negro sobre blanco.
Datación1522[ca]
Contexto Cultural/EstiloRenacimiento
Lugar de ProcedenciaHospital de San Nicolás de Bari, Olmedo(Valladolid Sureste, Valladolid (p))
[También llamado Hospital de la Copera]
Lugar Específico/YacimientoHospital de San Nicolás de Bari
Clasificación RazonadaProcede de la capilla del Hospital de San Nicolás de Bari, fundado en Olmedo (Valladolid) por Doña Francisca de Manzanera, viuda de Fernando de Cuéllar, Copero de los Reyes Católicos, por lo que también era conocido por el "Hospital de la Copera". El hospital, confiado a la protección de los monjes jerónimos de la Mejorada, debió edificarse al poco de dictar testamento la fundadora a finales de 1522, fecha en torno a la cual debió labrarse el artesonado.
Concluida su función asistencial a mediados del siglo XX, el edificio fue subastado y derribado y el artesonado, en aceptables condiciones de conservación, fue ofrecido en venta al Estado en 1964 e incorporado a las colecciones del Museo, permaneciendo almacenado hasta 2005, fecha en que se instaló en la sala dónde hoy se puede contemplar.
BibliografíaMATAMALA, Pilar; URREA FERNÁNDEZ, Jesús. La nobleza y su patronato artístico en Olmedo. Valladolid (m): 1998. p. 111.
CatalogaciónMarcos Villán, Miguel Ángel

Fuente: Museo Nacional de Escultura de Valladolid


Sillería Iglesia de Santa María



InventarioA140conjunto
Clasificación GenéricaEsculturaMobiliario litúrgico
Objeto/DocumentoSillería de coro
Autor/aAnónimo [Taller castellano]
TítuloSillería de Santa María de Olmedo
Materia/SoporteMadera
TécnicaTallado
DescripciónSillería de coro de la que se conservan diez sitiales montados en dos tramos en el Museo Nacional de Escultura y otros doce más dieciséis respaldos en la Iglesia de Santa María de Olmedo.
De sencillo diseño y ornamentación, la sillería que nos ocupa solamente presenta decoración tallada en los respaldos: consistente en tracerías de formas geométricas variadas que terminan en su parte inferior con arquillos lancetados. Los pomos de los brazos decorados con pequeños motivos en relieve encerrados en medallones, adoptan formas florales en unos casos o geométricas en otros. Las misericordias de composición sencilla se disponen a modo de ménsulas.
Datación1476=1500 (Finales del siglo XV)
Contexto Cultural/EstiloGótico español. Castilla
Lugar de ProcedenciaIglesia de Santa María, Olmedo(Valladolid Sureste, Valladolid (p))

Fuente: Museo Nacional de Escultura de Valladolid

sábado, 27 de noviembre de 2010

Relicario Iglesia de Santa María


Santas Afecta, Águeda, Apolonia, Catalina, Cecilia, Emburgia, Práxedes, Inés, Justina, Potenciana, San Agustín, Jerónimo / Ambrosio, Basilio magno, Apolinario, Crisóstomo, Blas, Cipriano, San Aniceto, Ceferino, Clemente, Esteban, Gregorio magno, Martín / Sotero, Silvestre, San Juan Bautista, Pedro, Felipe apóstol, Santiago el menor, Lucas, Marcos, Mateo, Pablo, Esteban, Basilio / Zenón, Epímaco, Procacio, Felipe, Vidal, San Mauricio, Sebastián, Jorge, Cosme, Damián, Buenaventura, Pedro mártir / y Tomás de Aquino
Anónimo
Finales del siglo XVI
Madera policromada. 0,55 cm. (en nichos 0,72 × 0,46 m)
Iglesia de Santa María del Castillo. Olmedo (Procedentes del Monasterio de La Mejorada)
En un singular retablo de estructura reticular, formada por nueve calles y cinco pisos, se disponen cuarenta y nueve bustos relicarios: cuarenta y cinco en los encasamentos o nichos del retablo y los cuatro restantes sobre el piso superior flanqueando, dos a dos, un busto del Padre Eterno, de tamaño ligeramente mayor que el resto, que se halla en el interior de un pequeño frontis situado sobre las tres calles centrales. El conjunto carece de fondo y su ornamentación se limita a finas columnillas de fuste estriado que separan los diferentes huecos, en cuyas caras interiores –superior y laterales– se aplicaron labores pintadas de figuras geométricas y vegetales. Las dos calles del lado derecho, están mal ensambladas al resto del retablo por haberse añadido con posterioridad al conjunto original; esta circunstancia se acentúa al comprobar cómo las tarjetas inferiores del banco en estas dos calles carecen de los correspondientes nombres de apóstoles, que sí aparecen en el resto de las mismas.
 
 
 
 

El retablo fue elaborado originariamente para la capilla que D.ª María de Toledo, esposa de D. Alonso de Fonseca, había mandado construir para su enterramiento en la iglesia del monasterio jerónimo de Nuestra Señora de la Mejorada1. Terminada de edificar en 1513 y situada en el lado del evangelio, junto a la cabecera, desde finales del siglo XVI esta capilla fue conocida como «de las reliquias», quizá desde el momento en que se construyó para ella este retablo relicario. Con motivo de la Desamortización el conjunto se trasladó a la iglesia parroquial de Santa María del Castillo, instalándose primeramente a los pies de las escaleras de la capilla mayor del templo, frente a la puerta de la sacristía; tras las obras de restauración de la iglesia de 1959, el conjunto se ha colocado definitivamente a los pies el templo debajo de la tribuna del coro2.
Cabe recordar en este punto que la «capilla de las reliquias» de la Mejorada acogió una treintena más de relicarios de diferentes tipologías –pirámides, brazos, viriles, templos, etc.–, que se trasladaron durante la exclaustración al camarín de la capilla de Ntra. Señora de la Soterraña3; entre ellos había tres de apóstoles muy similares a los del conjunto que ahora analizamos4. Suponemos que algunos de estos relicarios son los mismos que en 1608 donó el Duque del Lerma para la capilla de los Fonseca o «de las reliquias»; entre otros, los de los Santos Prudencio, Gallo, Primitivo, Vito, Epímaco, Gordiano, Felipe, Marcial, Lucía, Vitoria, Evaristo… todos ellos «con su reliquia y beril»; huesos de Santa Ufrasina, San Fabián, San Sebastián, San Esteban; una pirámide con tres reliquias, una cruz de ébano con los extremos de plata, etc.5.
 
 
 
 
 
 
 
 

Acerca del origen del conjunto de reliquias contenido en el retablo, un libro de fábrica de la parroquia olmedana de San Andrés –adonde se trasladó en 1840 el busto con la reliquia de este santo apóstol– recoge la tradición de que los cuarenta y nueve restos habían sido enviados desde Roma, en tiempos de Felipe II, a instancias del propio Santo Padre6. Con respecto a los bustos escultóricos –treinta y nueve son de santos y diez de santas– se aprecian las diferentes concepciones de estilo que conviven en Castilla a partir de las décadas centrales del siglo XVI. Los personajes representados pueden ser identificados fácilmente ya que en el interior de las tecas –todas de formato ovalado y abiertas en el pecho– aparece la correspondiente cartela sobre la reliquia. En ningún caso los santos muestran sus atributos iconográficos particulares; no obstante, son reconocibles a primera vista los ocho papas que aparecen tocados con la tiara de triple corona o los siete obispos que llevan mitra; asimismo, destacan los tres santos guerreros revestidos de armadura y los dos santos de los extremos superiores que se cubren con bonete.

Las tarjetas del banco del retablo contienen los nombres de los apóstoles: Felipe, Santiago el Menor, Pablo, Pedro, Andrés (el busto es de San Marcos)7, Mateo y Bartolomé, y se corresponden con los nombres que aparecen en las tecas de los bustos (los dos recuadros siguientes, como ya vimos, no contienen nombre alguno, aunque sabemos que los bustos correspondientes guardan las reliquias de Santa Justina y San Pedro Mártir). En definitiva, estamos ante un retablo de muy sencilla composición concebido para alojar, a modo de columbario, una variada colección de bustos de hechura y tamaño similares, que hoy en día nos recuerda la enorme importancia que tuvo en su momento el culto a las reliquias.
Antonio Sánchez del Barrio.

1 P. MATAMALA y J. URREA, J., La nobleza y su patrimonio artístico en Olmedo, Valladolid, 1998, pp.41.
2 E. R. GARCÍA-MURILLO BASAS, Historia de Olmedo (la Ciudad del Caballero). Valladolid, 1986, p. 176.
3 Ibidem, p. 178. García-Murillo continúa diciendo que «De ellos subsisten veinte. Tres más parecidos en el Museo Diocesano de Valladolid».
4 J. C. BRASAS EGIDO, Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Antiguo Partido Judicial de Olmedo. Valladolid, 1977, p. 165. Estos conjuntos de relicarios alojados en la «capilla de las reliquias» también fueron citados en M. ARIAS MARTÍNEZ y J. I. HERNÁNDEZ REDONDO «El patrimonio artístico de los conventos de Olmedo y Nava del Rey», en Clausuras. El patrimonio de los conventos de la provincia de Valladolid. Valladolid, 2001, p. 40.
5 P. MATAMALA y J. URREA, Ob. Cit., p. 42. Esta información en: AHPV, Protocolos, leg.10.966, ff. 423r-424v.
6 Ibidem, nota 117.
7 Como ya hemos dicho, el busto de San Andrés se trasladó en 1840 a la parroquia de este nombre y quizá actualmente se conserve en el camarín de la Soterraña.